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martes, 20 de octubre de 2015

😄 Piropos bachaqueros 😄

Mamita ojalá fueras Harina Pan, pa' amasate ese bollo.

Tú, yo, arrancándole las bolsas a los bachaqueros, piénsalo.

Mamita 'tás como cupo cadivi... pa' raspate.

Ojalá fueses una empresa pa' espropiate todita vale.

Ven pa' invadite ese terreno e' pelos mi amol.

Mami, pol tu número 'e cédula, hoy te toca toda esta leche.

Mami soy el papel que le hace falta a ese culito

Mami estas como pollo e PDVAL que Cuando se logra conseguir se come con
gusto.

Mami tú con tantas curvas y yo Pastor Maldonado.

Mi amol... 'tas mas buena que Supermercao Vendiendo Harina sin cola.

Mami estas como una hamburguesa... solo te falta este huevo pa' q seas
especial.

Mamita, eres como un pañal Pampers, suavecita, olorosita y aguantas pipí
toda la noche.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Historia de la Arepa Reina Pepiada

Es la arepa más famosa del país.
Su receta original dice que es una
tostada rellena de pollo guisado
y luego horneado, acompañado
de lonjas de aguacate y granos
de petit pois.

Actualmente, los establecimientos
la rellenan con ensalada de gallina, mayonesa y aguacate. Su creador
aún está vivo, se llama Heriberto Álvarez,
tiene 83 años y es nativo de Las Araujas, una población del estado
Trujillo. 'La autoría de la Reina Pepiada no es sólo mía sino también
de mis seis hermanos
ya fallecidos y, por supuesto, de mi ingeniosa madre: María de los
Santos Álvarez, que
en paz descanse. Todo comenzó cuando mi papá murió, estando nosotros
muy jóvenes. Mi mamá nos trasladó desde Trujillo para Caracas en un
camión de estacas. Nos instalamos en la Esquina de Cola e' Pato, en El
Guarataro. Allí montamos un negocio
de empanadas. Se hicieron tan famosas que la gente se venía desde El
Paraíso, expresamente, a probarlas. Como nos fue tan bien pudimos
abrir otro local de Maderero
a Bucare, cerca de la Plaza Miranda. Mis hermanos y yo le pusimos El
Chance. Fue allí donde vendimos las primeras tostadas. Nuestro primer
cliente se acercó a las 8:30 de
la mañana, en octubre del año 49. Nos preguntó: 'Muchachos, ¿qué es
eso de tostadas?'. Le explicamos que así se le decía a la arepa
rellenita en Trujillo. Pidió una de queso
de mano y se la devoró gustosamente. En ese momento se llamaba
Alfredo Sánchez, vivía a una cuadra del negocio y era un aficionado al
canto. Después se convirtió en Alfredo Sadel. Imagínese qué suerte nos
dio ese señor de ser el primero que
se comiera una de nuestras arepas'.




El origen del nombre
'Con el tiempo fuimos creciendo y,
en el año 55, abrimos Los Hermanos Álvarez en La Gran Avenida, la que
comunica Plaza Venezuela con Sabana Grande. Estábamos en un punto
estratégico, porque teníamos al lado
la hermosa floristería de las hermanas Belloso y un negocio muy visitado
que
se llamaba Todo París. Nuestros clientes fijos eran Aquiles Nazoa,
Oscar Yanes, Billo Frómeta y Abelardo Raidi, entre otros. Ese mismo
año, la señorita Susana Duijm ganó el Miss Mundo. Para rendirle
homenaje, vestimos de reina a una de nuestras sobrinas, que tenía
apenas
12 años. La sentamos como en un altarcito para que la gente la viera en
el establecimiento. Entonces pasó un señor y nos preguntó por qué teníamos
a esa niña allí. Le explicamos que era
un homenaje a la nueva soberana de
la belleza. Nos dijo: '¡Pero si yo soy
el papá de Susana! Se las voy a traer para acá'. Y así fue. Un viernes,
como
a las 10:00 de la noche, se apareció la señorita Susana con su papá.
Yo le di una tostada en sus manos y le dije: 'Mire, esta tostadita se
la preparó mi mamá especialmente y se
va a llamar La Reina, así como lo es usted'. Ella me dijo: 'Muchas
gracias, mijo', y se la comió con un juguito. Y como en esa época, a
las mujeres de buenas curvas, así como Susana, se les llamaba
'pepiadas', le pusimos ese apellido a la arepa. Mantuvimos
el negocio hasta el año 68. Otro que nos promocionó incondicionalmente fue
Renny Ottolina. ¡Cómo se portó ese señor con nosotros!'.

Sobre la preparación original
'Se amasaba muy bien la mezcla y se le incorporaba una cucharadita de
mantequilla.
En aquella época se conseguía la marca Alfa, que era muy buena y
salía barata. Así,
la masa adquiría una textura más flexible y perdurable. Una vez que
se les daba forma, las arepas iban al budare por cinco minutos, luego
al fogón hasta que se les levantaba
la conchita, lo cual indicaba que estaban listas. El relleno,
originalmente, es un pollo macerado: mi mamá primero lo sancochaba y
le ponía bastante aliño y lo dejaba hasta
el día siguiente en la nevera. Después lo horneaba y posteriormente
era que le sacaba las lonjitas para rellenar la arepa. Una ocurrencia
de ella fue ponerle aguacate.
Y como en el negocio teníamos petit pois, porque a la gente le encantaba,
entonces los añadimos a la arepa'.

Alrededor del reinado
'Después de La Reina vino otra arepa que también se hizo famosa. Era
La Multisápida. La llamamos así porque Rómulo Betancourt hablaba, en
los cincuenta, del surgimiento
de una política multisápida. Queríamos hacer alusión a algo que
estaba sobre el tapete. La nuestra tenía un poquito de queso, otro
poquito de chicharrón, otro de pollo… Bien bonita, eso sí. No menos
famosa fue La Prohibitiva. Era una tostada rellena de caviar,
un invento de uno de mis hermanos como estrategia de ventas. La Reina
costaba
un bolívar y la gente se quejaba de que era muy cara, ya que las
demás no pasaban
de real y medio o real y cuartillo.

Entonces pusimos La Prohibitiva a 27 bolívares para que La Reina
luciera mucho más barata. Pero el venezolano siempre ha sido muy
pantallero. Nunca faltaba alguno que llegara y dijera a todo gañote:
'¡Álvarez, dame una prohibitiva!', y en secreto te susurraba: 'de
queso de mano'. Todo era para aparentar que podían pagar una cosa que
nunca se vendió. Otro de nuestros productos principales lo llamamos
'Sistema Nervioso'. No era más que el mondongo. Le pusimos así por un
borrachito maracucho que siempre nos visitaba y pedía: 'Dame un
nervioso'. Según él, era lo único que le quitaba el malestar. Pero el
cliente, quizás, más importante que tuvimos fue el señor Luis
Caballero Mejías. Una noche se presentó con una bolsita de harina y
nos dijo: 'Muchachos yo preparé esta mezcla a ver si las arepas me
quedan igual a las de ustedes'. Nos pidió que la probáramos y nos
explicó que eran dos kilos de maíz, primero sancochados, luego molidos
y posteriormente secados. Nos fue muy bien con esa mezcla. Y cómo no,
si lo que nos estaba dando era la fórmula de la harina pan. Un día se
presentó un señor llamado Lorenzo Mendoza y le compró la receta. Lo
demás es historia'.